TAREA, REDACCIÓN CON PALABRAS DE LA CLASE

México, 14 de septiembre, 2009

Hola querido diario.

El verano al fin terminó y con él, el primer amor; que llegó por casualidad, en un maravilloso hombre llamado Diego.
Contrario a lo que yo pensaba, eran los chicos; Diego era tímido y él no se atrevió a darme nuestro primer beso, tuve que ser yo, la que se aproximara a sus labios y los tocara con tanto deseo y amor; me supongo que él previó lo que yo haría, pero no le importo porque él quería lo mismo que yo, de acuerdo conmigo, claro; nuestro primer beso de amor.
Yo no sé sí nuestro primer beso, fue lo que él esperaba o satisfizo sus deseos, en ese momento tan romántico; pero, lo que sí sé es que para mí fue muy especial.

Días después de ese encuentro él quedó en venir a mi casa para ver una de mis películas favoritas “Titanic”. Al llegar a mi casa, me dio una rosa y con ella, un beso en la mejilla, yo me sonroje y le dije que había hecho eso, él respondió, por cuenta de ese primer y maravillosos beso de amor. Esas palabras fueron de las más bonitas que alguien me haya dicho en mi corta vida.

Posteriormente, lo hice pasar a la sala y mientras él esperaba, yo preparaba mis papas especiales, lo que las hace únicas es que cuezo las papas antes de freírlas; con ello quedan más crujientes. Vimos la película y nos besamos por segunda ocasión.

Después de ese día salimos en varias ocasiones al cine o a tomar café; pero antes de que concluyera el verano, nuestro amor terminó. Él tenía que regresar a Guadalajara para continuar con sus estudios; y así lo hizo.

Nunca olvidare lo que él significo y significa aún para mi.

Ayer que pase por el cine recordé y me dije: cuantas veces vinimos juntos a este lugar; pero ahora es sólo un recuerdo, un maravilloso recuerdo.

En relación con todo esto, sólo me queda entender que el amor, así como llega se va.

Adiós, querido diario.